Perú: Tres Islas, la comunidad nativa que lucha por vivir sin minería

La minería formal e informal ha afectado a más del 20 por ciento de los territorios de los pueblos indígenas de la Amazonía, según un reciente reporte del World Resources Institute y la Amazon Geo-Referenced Socio-Environmental Information Network.

Esto se desprende de una investigación realizada en Bolivia, Ecuador, Guyana y Perú. 

El informe titulado “Minando Derechos” encontró que los bosques ubicados en las comunidades indígenas, donde existen minerales, tienen mayor riesgo de ser deforestados al desarrollar proyectos mineros. 

“En Bolivia, Ecuador y Perú, entre 2000 y 2015, la pérdida de bosques fue por lo menos tres veces mayor en tierras indígenas con minería que en aquellas sin minería. En Colombia y Venezuela, esta pérdida fue de una o dos veces mayor”, señaló World Resources Institute en su reporte.

Caso Peruano

En el Perú, el estudio se centró en la comunidad nativa de “Tres Islas” (Iraki Haamayamoche) de Madre de Dios, hogar de unas 180 familias de las etnias Shipibo y Ese’eja de los grupos lingüísticos Pano y Tacana, donde el Estado otorgó concesiones mineras sobre el 60 por ciento del territorio comunal, sin consulta previa a la comunidad. 

Asentada a las orillas del río Madre de Dios, distrito y provincia de Tambopata, departamento de Madre de Dios, Tres Islas abarca una extensión de 31,423 hectáreas, donde se explota yacimientos auríferos aluviales.

Datos sobre Tres Islas

PueblosShipibo y Ese’eja
Familias
Lingüísticas
Pano y Tacana.
Extensión31,423 hectáreas.
Población180 familias.
Ubicación Cuenca del río Madre De Dios, provincia y distrito de Tambopata.
Nombre indígenaIraki Haamayamoche.
Elaboración: INW

Pedro Tipula, del pueblo aymara del Perú, analista de Sistemas de Información Geográfica (GIS) del Instituto del Bien Común (IBC), y uno de los responsables del informe dijo a este medio. “Se escogió Tres Islas porque (la región) de Madre de Dios es una de las zonas que tiene mayores casos de minería ilegal y es una de las comunidades que ha logrado con éxito el uso de la normativas e instancias de justicia para poder recabar o recuperar los derechos sobre sus territorios.”

Mapa del IBC que muestra en colores: rosado, magenta y rojo la deforestación en Tres Islas entre los años 2000 al 2015.

En el año 2000 de manera unilateral y sin consultar a las familias de la comunidad, el Estado Peruano otorgó más de 140 concesiones mineras sobre el territorio de Tres Islas. Esto generó un impacto en la salud de los pobladores, debido al uso del mercurio por parte de los mineros para la amalgamación del oro.  En otros países, entre ellos Colombia, el uso de ese metal está prohibido, por el alto riesgo para la salud humana y la biodiversidad.

Diversos estudios muestran niveles preocupantes de contaminación por mercurio y otros metales pesados en agua, peces y personas en la comunidad nativa desde hace varios años. Una evaluación de muestras de orinas realizada en diciembre de 2016 en 335 personas de la comunidad por el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Medio Ambiente para la Salud, indica que el 89% de la Comunidad está contaminada con mercurio, y de estos 17% tiene mercurio por encima del nivel permisible.  

Zona del río Madre de Dios deforestada producto de la extracción del oro. Fuente: Tres Islas.

En 2013, un estudio realizado por la Universidad de Standford sobre concentración de mercurio en el cabello de los comuneros, indicó, sobre la base de otra muestra, que el índice promedio de mercurio en la comunidad es de 6.22 ppm, nivel calificado como “muy alto”, puesto que el limite máximo establecido por estándares internacionales seria de 1 ppm. 

Según los pobladores de esa comunidad, el origen de la contaminación se debe a que las concesiones mineras otorgadas por el Estado peruano se superpondrían en aproximadamente al 60% del territorio comunal.

En la región Madre de Dios, El 99% de las operaciones mineras son informales, y más de 1,546 petitorios mineros se superponen con áreas naturales protegidas, sus zonas de amortiguamiento y en tierras de pueblos indígenas. Se calcula que estas operaciones han destruido más de 32,000 hectáreas de bosques y contaminado gravemente varios ríos de Madre de Dios con mercurio y otros contaminantes.

Juana Payaba, expresidenta de la comunidad sostiene que los primeros mineros empezaron a llegar en 1997. 

Juana y su hija. Fuente: Rainforest.

“Antes en Tres Islas todo era tranquilo, no había tala de árboles ni contaminación del medio ambiente y había animales en abundancia para ir a cazar,” nos dijo la ganadora del premio Standard-Setter de Rainforest Alliance y condecorada por el congreso de su país. 

Se calcula que el 30% (9,426.9 hectáreas) del territorio de Tres Islas, ha sido deforestado por la minería legal e ilegal.   

En 2010, con el propósito de controlar quienes ingresaban a sus territorios, la comunidad levantó una caseta de control y un cerco en el kilómetro 24 de la carretera Interoceánica. 

Esto ocasionó que Juana y los miembros de su junta directiva reciban amenazas verbales y visitas inesperadas en sus viviendas. 

Tranquera colocada en la comunidad para evitar el ingreso de los mineros y taladores (2010) Fuente: Tres Islas.

Cada vez que nosotros íbamos a desalojarlos, nos decían: cuídense porque puede perder a su familia, a su esposo, a su hijo. Una noche, cuando yo no estaba en mi casa, pero sí mi hija, se presentaron dos hombres camuflados, pero como criamos muchos perros, éstos impidieron que éstos ingresaran a mi hogar”.  

En agosto del mismo año, un juez ordenó el desbloqueo de la vía y el retiro de la caseta de control, lo que facilitó el reingreso de mineros y taladores, que dieron origen a la explotación sexual.

“Que cesen los actos de violación del territorio de la propiedad comunal y de autonomía de la Comunidad Nativa Tres Islas vinculados a este caso.” Señaló, en septiembre de 2012, el Tribunal Constitucional (TC), anulando la sentencia que favorecía a mineros y transportistas.

En 2012, un grupo de comuneros viajó a Lima.

El órgano de justicia peruana consideró que había un riesgo irreparable de la vida y amparó el derecho de la comunidad a su propiedad territorial y autonomía, por lo tanto, el derecho de decidir quién ingresa y quien no en su territorio.

Pedro Tipula del IBC, calcula que tras muchos años de la presencia de mineros y taladores en la zona, la comunidad ha sido fuertemente afectada por la deforestación. 

El IBC ha realizado estudios de deforestación en la zona donde operan los mineros formales e informales, durante tres quinquenios (2000-2005, 2005-2010, 2010-2015). 

Según esta organización un 30% de la comunidad ha sido deforestada. En tanto, casi toda el área donde operan los mineros ha sido degradada.

“El 93% de la deforestación ocurrida dentro del territorio comunal coincide con las áreas donde se han desarrollado o se han concesionado por parte del Estado (peruano) a la minería legal y donde se desarrolla la minería ilegal,” dijo el especialista. 

Tipula, describió la situación a la fecha en la zona de extracción de oro “el panorama no es para nada alentador, no puede haber muchos recursos de fauna, lo que más se ve son espacios degradados en estas zonas, no ves que tengan en un corto o mediano plazo un proceso de recuperación.”

En marzo de 2016, las autoridades de la comunidad de Tres Islas solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la adopción de medidas necesarias para garantizar la vida e integridad de sus miembros. 

Zona minera deforestada. Fuente: IIDS

En septiembre de 2017, la CIDH, a través de una medida cautelar, ordenó al estado peruano, preservar la vida e integridad personal, así como la salud de la comunidad nativa Tres Islas, afectada por los impactos de la minería ilegal.

Al respecto, Juana Payaba, comunera de Tres Islas, asegura que el cáncer que le diagnosticaron fue consecuencia del mercurio. “El Ministerio de Salud no ha atendido las enfermedades. ¿qué pasa? no vienen con los medicamentos que realmente necesitamos, sólo vienen a sacarnos muestras. Nos dicen que no hay que comer pescado, hay que tomar agua hervida, tienen que cuidarse, pero no hay ninguna medicina.”

Ella considera que existe un deterioro general de la salud en la comunidad, con la aparición de nuevas enfermedades como el cáncer, antes nunca visto, fuertes dolores de cabeza, problemas en el corazón de niños, y muertes prematuras por causas aún no establecidas. 

En el documento, la CIDH recomienda “(…) realizar los diagnósticos médicos necesarios para determinar los niveles de contaminación por mercurio u otras sustancias de los pobladores, suministrar atención médica adecuada, acceso a una alimentación adecuada y proteger a los miembros de la comunidad frente posibles agresiones de terceros.” 

Indigenous News of the World conversó con Raquel Yrigoyen, abogada del Instituto Internacional de Derecho y Sociedad – IIDS, institución que defiende a los pobladores desde el 2010.

En su opinión el Estado peruano ha hecho muy poco por cumplir con las medidas cautelares de la CIDH. “Lo único que el Estado ha realizado es un plan de salud que incluye un levantamiento de un censo de población y un diagnóstico situacional, pero sin coordinar adecuadamente con la comunidad, tan es así que lo hicieron en una fecha en que la comunidad estaba realizando la zafra de la castaña.”

Otro punto pendiente por cumplir por parte del Perú es el referido a medir los niveles de mercurio en la sangre de los pobladores de Tres Islas, para conocer el grado de toxicidad de las personas por ese metal pesado.

El gobierno peruano en su defensa ante la CIDH dijo “la contaminación del agua de los ríos por el mercurio constituye un grave problema de salud pública para la región de Madre de Dios debido a la presencia de la minería aurífera que tiene por insumo el uso de este metal en estado liquido y altamente volátil, además de su carácter persistente, residual, latente, acumulativo, con variados efectos sinérgicos (…)”

La abogada, Yrigoren, cree que el Estado peruano no ha realizado el estudio porque “Se podría probar la responsabilidad internacional del estado peruano en afectar la vida e integridad de un pueblo por causas atribuibles al estado, como: el otorgar concesiones mineras en territorios indígenas sin analizar el impacto en su vida e integridad.” 

El 12 de marzo de 2019, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios confirmó la sentencia de primera instancia de septiembre de 2012, que reconoce los derechos a la consulta previa, propiedad territorial, autonomía, vida e integridad física, salud, ambiente y agua de Tres Islas. 

“Es una sentencia única en el país, pues ha recogido la medida cautelar, la ha integrado, ordenado y además de declarar ilegal las concesiones mineras, derechos de agua y predios agrícolas otorgados a terceros de forma inconsulta, ha ordenado que el estado repare y restituya las cosas al estado anterior a la violación de los derechos de los pueblos (…) ordena que el estado garantice el agua segura a la comunidad, la atención integral de su salud y ordena la reforestación del habitad y que se hagan estudios para la contaminación,” aseguró la abogada a INW.

El Estado Peruano esta obligado ha reforestar las zonas afectadas por la contaminación minera. Fuente: Tres Islas.

¿Quiénes extraen el oro de Tres Islas? 

Tras 10 años de trabajo en la zona, la abogada Raquel Yrigoyen ha llegado a establecer el perfil de los mineros en la zona de Tres Islas. Se trata en su mayoría de hombres y mujeres que migran de los Andes a la Amazonia, alentados por la facilidad de hacer dinero. 

“Hay un criterio electoral para favorecer a los mineros que llegan de Puno, Cuzco, Arequipa que luego se convierten en los principales votantes (…). Son mineros que son expulsados de comunidades de esas regiones porque no hay políticas agrarias que favorezcan la agricultura comunal o la pequeña agricultura en el país, la gente expulsada de esas regiones acaba yendo a Madre de Dios a convertirse en minero y para ganar su voto es que los políticos están favoreciendo este tipo de formalización de los mineros informales.” 

Expulsión de los mineros

El 10 de febrero de 2020, el diario peruano, “La República” informó de una operación conjunta entre miembros del Ejército, la Marina de Guerra y de la Fiscalía Especializada en Material Ambiental (Fema), tras ejecutar una operación donde se encontró campamentos, maquinarias y un centro de quemado de oro en la comunidad. 

“Según expertos, por día estos grupos criminales extraen en ‘Tres Islas’ un promedio de 600 gramos de oro (…) un kilo de oro cuesta al menos 45,000 dólares americanos en el mercado negro”, finalizaba la nota el referido medio. 

En noviembre de 2019, cerca de 70 pobladores de la comunidad expulsaron a los mineros que encontraban extrayendo oro de forma ilegal en el lago Pastora Grande. 

Fuente: Twitter

En la intervención realizada el 18 de noviembre, la comunidad encontró materiales utilizados para la minería, entre estas alrededor de 9 tracas y un motor operando dentro del acuífero, los cuales procedieron a destruirlos. 

Recientemente el gobierno peruano anunció la formalización de mineros informales, esto con el objetivo de reflotar la economía del país sudamericano, fuertemente afectado por la pandemia del Covid-19. 

De acuerdo con el Registro Integral de Formalización Minera del Ministerio de Energía y Minas del Perú, consultado por Indigenous News of the World, 17 mineros informales del distrito de Tambopata donde se ubica la comunidad de Tres Islas han solicitado su formalización. 

Impacto Social

La presencia de mineros y taladores en la comunidad ha generado que la comunidad se divida en aquellos que buscar preservar el medio ambiente, sus costumbres y forma de vida frente a los que ven en la explotación de sus recursos oportunidades económicas. 

Cesar Ipenza, ex asesor del Ministerio del Ambiente del Perú, y uno de los responsables del ordenamiento de la minería artesanal en Madre de Dios dijo a INW: “Tenemos comuneros de Tres Islas que tienen concesiones mineras, el mundo no es tan blanco, ni tan negro, porque hay de todo en este caso. Si cruzas información vas a ver comuneros de Tres Islas que tienen concesiones, hay un grupo que no quiere minería; algunos tienen concesiones y otros trabajan para el dueño de la concesión y le pagan una regalía.” 

Juana refirió que son muy pocos los pobladores de la comunidad que viven de la minería. “La gente ve que las personas que vienen de Cuzco, Puno vienen a trabajar, compran maquinas, tienen mucho dinero y se instalan al lado del río con motores, hay pocas personas de la comunidad que están ahí. Ellos siguen trabajando en el cauce del río”

Pobladores de Tres Islas (2012)

Pedro Tipula del IBC consideró que la recuperación del bosque y sobre todo la reconstrucción social pasa por un papel activo del estado peruano y sus instituciones. “Son décadas que van a tener que esperar estas poblaciones para que el bosque vuelva a ser bosque (…) si no hay mayor atención, mayores políticas por parte de los gobiernos para apoyar a estas comunidades como Tres Islas con los recursos que necesitan para su subsistencia es muy difícil que podamos tener comunidades fortalecidas, comprometidas con la conservación.” 

Previo al inicio del Covid-19, la comunidad llevaba adelante una serie de iniciativas económicas para el aprovechamiento sostenible de sus recursos naturales, una de ellas, la explotación de la castaña y el aguaje, de los cuales producen aceites y snacks.

Audio:

Conozca más sobre el trabajo del Instituto del Bien Común (IBC) en el trazado del mapa de Tres Islas.

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