(INW).- El boom del caucho que se produjo en la amazonia peruana entre fines del siglo XIX y principios del XX, originó la muerte de unos 30,000 indígenas, quienes fueron esclavizados, torturados, se lee al inicio del documental “Historias del Caucho en la Amazonia Peruana” producido por Wilton Martinez.
Aunque lo que en su momento se considero un escándalo de alcance internacional- el parlamento inglés investigó lo que ocurrido en la selva peruana– se conoce y se ha investigado muy poco sobre el mal trato que sufrieron e miles de indígenas amazónicos por parte de los “barones” del caucho.
Los hechos tuvieron lugar principalmente en la región comprendida entre los ríos Putumayo y Caquetá (hoy territorio colombiano). Este recurso que se obtiene de unos arboles llegó a representar el 9% del total de la producción peruana.
Aun se escucha en Iquitos, la capital de la región Loreto, historias sobre lo poderosos y ricos que se hicieron los dueños de las empresas caucheras. Se dice que enviaban a sus hijos a estudiar a Londres e incluso sus trajes eran lavados en la capital del imperio británico.
El más celebre por su riqueza, habilidad para los negocios y atrocidades fue Julio César Arana del Águila, un peruano comerciante de sombreros, quien se asoció con unos empresarios colombianos. Arana inicia la explotación del preciado recurso en un área de más de 5,000 hectáreas donde establece varios campamentos; entre estos destacan la Chorrera y el Encanto.
Arana conocía que operaba en una zona que se disputan el Perú y Colombia, por lo que “inscribe su empresa (la Peruvian Amazon Company) en la Bolsa (de Valores) de Inglaterra y recluta capitales ingleses” señala en el documental la antropóloga Frederica Barclay. De esa manera su empresa al ser inglesa no se vería perjudicada si estaba en territorio de alguno de esos dos países.
Para el recojo del preciado caucho o goma, se capturo a miles de indígenas de diferentes pueblos como: los boras, huitotos, kokama, entre otros. A esto se le conoció como las “correrías”.
“Se procuraba matar a los hombres más fuertes, a los ofrecían resistencia y se llevaban a las mujeres para tenerlas como concubinas y sobre todo para generar una nueva generación de peones.” Explica la antropóloga.
Una vez capturados y esclavizados los indígenas eran obligados a comprar productos sobre valorados como telas, herramientas, maquinas de coser, a cambio de la entrega del caucho. Esta practica se conocía como “La Habilitación”. Asegura el antropólogo, Alberto Chirif, durante la emisión del documental.
Quienes no cumplían con la cuota de caucho exigida recibía severos castigos, de estos no escapaban ni siquiera los niños o ancianos. Látigos y decapitaciones, eran algunos de los penosos castigos.
“Quienes no cumplían las ordenes, le sacaban el ojo, la oreja o le cortaban el brazo”. Recuerda los relatos de su abuela, Ana Lucia Nepa.
“Los mandados por Julio Arana mataban a la gente, al hombre que no cumplía (con su cuota) de caucho, lo mataban. A las mujeres que no trabajaban, las violaban en público.” Cuenta Alfonso García, quien asegura que su abuela fue golpeada y luego ultrajada por uno de los hombres de Arana.
Uno de los pueblos más golpeados fue el de los boras. “Los hacían trabajar como sus esclavos. Nuestros abuelos sufrieron muchos castigos y humillaciones. Los cortaban, los mutilaban, los quemaban vivos,” cuenta Estefania Mibeco en el idioma de sus antepasados.
El periodista Benjamín Saldaña Rocca publicó en los diarios de Iquitos “La Felpa” y “La Sanción” sobre las atrocidades que tenían lugar en la amazonia peruana; pese a que la noticia llego a la capital peruana, Lima, el gobierno peruano no investigó los hechos. Sin embargo, la noticia trasciende y causó revuelo en Inglaterra.
Posteriormente, un ciudadano de los Estados Unidos, después de pasar por los campamentos de Arana, hace que los hechos se publiquen en Inglaterra por medio del movimiento anti-esclavista del país europeo.
Al estar inscrita la Peruvian Amazon Company en la Bolsa de Inglaterra, el parlamento inglés investiga lo que ocurría en el Perú.El pretexto fue conocer de cerca la situación de unos 200 trabajadores de Barbados (ex – colonia inglesa) empleados por Arana.

El parlamento ingles envío a su cónsul en Brasil, Roger Casement a investigar los hechos. El celebre héroe de la resistencia irlandesa, visitó la zona dos veces y consigo que el mismo Arana fuese citado por el parlamento del Reino Unido.
Pese a ser procesado, el jucio se frusta al iniciarse la I Guerra Mundial.
Casement, quien anteriormente viajó para investigar los abusos del Rey Leopoldo II de Bélgica en sus colonias africanas, publicó lo que vio en el Putumayo. El informe se conoció como “El Libro Azul”. “Es un informe espeluznante,” dice Frederica Barclay.
A inicios de la Primera Guerra Mundial, decae la producción cauchera en la amazonia. Esto se debió a que Inglaterra robó del Brasil 70,000 semillas de uno de los arboles productores de caucho.
Estas luego de ser aclimatadas en invernaderos, son plantadas en el sud este asiático e inicia la producción en una de sus numerosas colonias. “Esto significó el fin de la rentabilidad de la empresa de Arana” explica Jürg Gasche.
En 1912, la Peruvian Amazon Company es liquidada y los ingleses retiran su capital, sin embargo, Arana continuó activo en la selva peruana. Llegó a ser senador por Loreto y murió en Lima en 1952 sin ser sentenciado por la muerte de miles de indígenas peruanos.
Vea el Trailer del documental