El 21 de mayo de 1988, 116 niños mayas quiche de la comunidad indígena de Chiul, departamento del Quiche, Guatemala; fueron secuestrados, torturados y asesinados por supuestamente miembros del ejército de ese país centroamericano.
Solamente uno de ellos logro sobrevivir, se trata de Arnulfo Oxlaj, quien tenia ocho años al momento de ser rescatado del pozo de agua y excrementos, donde fue arrojado con otros menores.
“Mientras yo estaba haciendo juguetes de barro, de repente fui golpeado con la peor violencia, yo gritaba y gritaba, entre los gritos de dolor, yo le decía ‘por favor, no lo haga’ (…) entre mas yo gritaba por el dolor, mas dolor me causaban”. Nos cuenta al inicio de su relato el sobreviviente.
Arnulfo Oxlaj de 41 años, asegura que el ex presidente de Guatemala (1986 a 1991) Marco Vinicio Cerezo Arévalo estaba presente en el destacamento militar.
“Esta masacre fue encabezada por Marco Vinicio Cerezo. Él estaba presente ese día. Yo lo vi a él cuando nosotros estábamos en el destacamento militar de la aldea.”
INW envió dos mensajes a Cerezo (un correo electrónico y un mensaje privado a su Twitter personal) para conocer su versión de esta acusación.
Oxlaj también cuestionó el accionar del Ministerio Público guatemalteco y de la oficina de Antropología Forense de Guatemala con respecto a la investigación. En ambos casos se les enviaron mensajes para conocer sus posturas.
Al momento de publicar este informe, ninguno de los antes consultados respondió a nuestros correos.
La entrevista ha sido editada por cuestiones de tiempo y espacio. Advertimos que el lenguaje es explicito en cuanto a las torturas que el sobreviviente asegura haber sufrido y presenciado.
Indigenous News of the World 